viernes, 30 de julio de 2010
Feliz Dia PERU !!
miércoles, 16 de junio de 2010
PROTESTA CONTRA CORRIDA DE TOROS
Aun no entiendo como siendo los animales "racionales" nos comportamos como bestias insensibles al dolor, son animalitos que sienten y sufren tanto o igual que nosotros ... estas imagenes son realmente fuertes, me siento realmente indignado ante esta practica que en muchos lugares incluso en la serrania peruana son tradicionales. Espero que tomemos conciencia y porque no aportar mi granito de arena desde mi humilde espacio.
sábado, 12 de junio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
Apartheid a la peruana
Habían llegado una mañana de Marzo, envueltos en la fantasía de un viaje inesperado. Pero de pronto aquel sueño tanto tiempo acariciado se convirtió en pesadilla. El motivo que eclipsó tanta expectativa era absurdo: ella era europea y blanca, y él peruano y cholo.El cholo en mención es el músico peruano Luis Becerra Celis. Hace dieciocho años se fue a Italia. Formó allí su agrupación de danzas latinoamericanas Takillakta del Perú y se casó con la italiana Valentina del Conte, hasta que decidieron venir al Perú para grabar un DVD. Emocionados con su hija María Shakira de cuatro años de edad (también italiana) pasearon y filmaron por Lambayeque, Puno, Abancay, Arequipa, Nasca,… hasta que llegaron al Cuzco. Allí, como reviviendo el despreciable apartheid sudafricano, Luis y Valentina fueron obligados a viajar por separado a Macchu Picchu.La niña tuvo que ir con el padre. La familia fue dividida “por orden de la empresa”, como les dijo una empleada de PerúRail, la ruta ferroviaria que conduce a la ciudadela perdida de los Incas. Era segregación racial en su rango mas alto y abusivo.
Viaje hecho Vía Crucis
Todo ocurrió el 10 de Marzo del 2007. El músico peruano fue a comprar los pasajes para ir en tren de Cusco a Aguas Calientes. Y en las oficinas de PerúRail ni se inmutaron con la respuesta: “Usted no puede viajar con su esposa en el mismo tren”.“Me dijeron que hay un tren donde solo van peruanos; con un sistema de subsidio – dice Becerra Celis, a través del hilo telefónico, desde Módena, ciudad italiana donde radica-. Teníamos que pagar 60 soles por persona. Luego, hay otro para extranjeros. Ahí el pasaje cuesta 60 dólares. Mi intención era viajar con mi esposa y mi hija juntos, pero todo fue un vía crucis”.Primero buscó que su esposa – pagando los 60 dólares – viajara en el tren “en el que solo van peruanos”. “No pues, esto no se puede”, le dijo la empleada.Después intentó pagar él los 60 dólares y viajar en el tren “en el que van solo extranjeros”. Pero nada. “Ahí los únicos que viajan son los turistas foráneos” le respondieron.¿Consecuencia? Si querían ir a Macchu Picchu, cada uno en ‘su tren’. El cholo y peruano – con su hija incluida – por un lado; la blanca y extranjera por otro. Y al diablo con la familia, los sentimientos y el anhelo del esperado viaje compartido.El músico llegó hasta las oficinas de PerúRail. “Me dijeron que así pagara la tarifa más cara no iríamos juntos. Ni porque le pedí comprensión con mi familia”, cuenta.Hubo que seguir adelante, Valentina viajó en ‘su tren’, que si va directo. Y llegó a Aguas Calientes, dos horas antes que su esposo y su hija. El músico y la niña fueron en el otro, que hace un montón de paradas.“Valentina estaba muy mal por la altura. Ni eso les importó, y en Aguas Calientes, encima, al estar sola la policía la revisó por gusto. Apenas nos vimos en Macchu Picchu un par de horas. Ella salió antes, o su tren la dejaba. El de peruanos es un suplicio; asientos duros y rígidos, demasiada gente, mucha de pie a lo largo de casi cinco horas de viaje…, eso también es discriminación pura. Me parecía mentira, pero en mi propio país al que llegaba luego de varios años, mi familia fue victima de la segregación. Yo lo sentí de la manera mas cruda”, añade Becerra Celis.
Peruano maltrata a peruano
Hugo Neira no quiere ni recordar aquella vez. El actual director de la Biblioteca Nacional también sufrio la discriminación en un viaje por el interior del Perú. “Mi hija y yo fuimos maltratados por los propios peruanos”, dice con vehemencia.Fue en Septiembre del año pasado. Marion, de 16 años, hija de su primer matrimonio, regresaba al país luego de vivir en Francia. Su ilusión: conocer el Perú profundo.Y don Hugo no escatimó gastos. Compró los pasajes más caros en PerúRail en la ruta Cusco-Puno. Ambos debían ir en el cuarto vagón. Sin embargo, por falta de gente, les dijeron que ese vagón no partiría. “¿Y si vamos en el tercer vagón?”, preguntaron ambos con inocencia. “No – les contestaron -, ese vagón ya está lleno”. Neira averiguó y en el tercer vagón había varios asientos vacíos. Pero solo habían turistas extranjeros. Los peruanos – aún con el pasaje más caro en mano – no podían viajar con ellos. “Todos eran empleados peruanos – agrega -. Mi tesis es que el peruano maltrata a su propio coterráneo. Hice un escándalo de proporciones. Grité a todo el mundo, los amenacé con serias denuncias y ahí recién accedieron. ¿Porqué el trato al peruano es distinto?”
El delito de ser indígena
Ella jamás lo imaginó. Creyó que en el Perú el trato sería el mismo que en Ecuador. Sin embargo, Rebeca Llasag, responsable de Comunicaciones de Ecuarunari, organización indígena de Ecuador, se llevó en Lima la impresión más desagradable de su vida.Había llegado invitada por la ministra de la Mujer y Promoción Social para un congreso sobre la mujer indígena.El 5 de Marzo del 2007 se hospedó en el Hotel María Angola. Dos días después decidió dejar el hotel. Quería estar más cerca del Museo de la Nación, lugar del evento. Pero cuando canceló lo adeudado y entregó las llaves le dijeron: “Ud. No se puede ir hasta que verifiquemos que nada falta en la habitación. Es una orden”.“Me sorprendí – revela Llasag -. ¿Verificar qué?, le dije. Pasaron diez minutos y no me dejaban salir, como si fuera una ladrona. Solo por un amigo que llegó al hotel, se solucionó el problema. ¿Por ser mujer? No, lo hicieron porque soy indígena, eso dije en mi exposición, he viajado por todo el mundo y nunca me pasó eso. En el Perú hay segregación racial, algo que en Ecuador no ocurre. Es una lástima que aquí subsistan estas prácticas”.
lunes, 24 de mayo de 2010
El mito de Narciso y la homosexualidad
Éstas personas se toman a si mismos como objeto sexual y necesitan a otra persona del mismo sexo para poder amarlo como los amó su madre a ellos.
Tal estado corresponde a la creencia de esa persona en la omnipotencia de su pensamiento.
Freud reconoce a partir de este descubrimiento, una fase intermedia entre el autoerotismo y el amor objetal, es decir el amor sexual a otro que no es él.
El enfermo mental, como por ejemplo en la psicosis maníaco depresiva, transfiere sobre sí mismo, como único objeto sexual, la totalidad de la libido, que la persona normal orienta sobre otros objetos animados o inanimados.
Para una persona con esta patología, los demás son nada más que prolongaciones de si misma.
Cabe aclarar que la palabra objeto dentro de este encuadre, designa el objetivo del amor sexual.
El mito griego de Eco y Narciso que utiliza Freud, cuenta que en una ocasión, Juno, la primera esposa de Júpiter descubrió que una ninfa llamada Eco estaba encubriendo las infidelidades de su esposo con otras ninfas.
Por esa razón la condenó a no poder nunca más emitir una primera palabra, por lo tanto, desde ese momento estaría obligada a repetir las últimas palabras que dijeran los demás.
Un día, Eco conoció a Narciso, un joven tan bello como engreído, y se enamoró perdidamente de él. Lo seguía a todos lados tan cerca que un día Narciso no sólo la descubrió sino que también se dio cuenta que repetía las últimas palabras que él pronunciaba.
Fue entonces cuando Eco salió de su escondite y se acercó a besar y abrazarlo.
Ante esta actitud, Narciso entró en pánico y la rechazó, prefiriendo morirse antes de amarla.
Continuó solo vagando por los bosques hasta que un día, estando sediento, se inclinó sobre el espejo de un lago para beber. Se sorprendió al ver que un rostro muy bello lo miraban desde la superficie del agua, pero cuando quiso besarlo, su boca se hundió en el agua.
Comenzó a llorar hasta darse cuenta que esa imagen era su propio reflejo.
Tan triste estaba por este hecho que se enfermó gravemente y luego de muy poco tiempo, murió.
Mientras tanto, Eco, se fue consumiendo de dolor hasta conservar solamente su voz, que es la que todos escuchamos en las montañas.
El mito de Cupido y la Psique
Tantas eran sus virtudes que despertó los celos de Venus, la diosa del amor y la belleza, quien decidió mandar a su hijo Cupido a herirla con una de sus flechas, para que se enamorara del peor monstruo de la tierra.
Cuando se disponía a cumplir la orden, Cupido se pinchó accidentalmente con una de sus flechas y al instante quedó perdidamente enamorado de Psique.
Tan grande era su pasión que decidió pedir ayuda a Apolo, el dios de la luz y la verdad, para ganar su amor, quien hizo desaparecer de inmediato a todos los demás pretendientes.
El rey, intrigado por esta situación, también pidió consejo al dios Apolo, quien le recomendó que la llevara a la cumbre de una montaña para que un dios la desposara.
Como no era bueno contrariar a los dioses, a pesar del dolor por tener que separarse de su hija, los padres cumplieron con su mandato.
Cuando Psique se quedó sola, lloró desconsoladamente hasta quedarse dormida. Cuando despertó, se encontró recostada sobre una alfombra de hierba fresca, en el jardín de un magnífico palacio, escuchando una voz que le decía que ese palacio era suyo y que podía disponer de todo lo que había.
Sin saberlo se había convertido en la amada esposa de Cupido, quien sólo la visitaría por las noches, para que Psique jamás pudiera ver su rostro, porque deseaba ser querido como un hombre y no como un dios.
Si alguna vez su curiosidad la vencía, ambos se separarían para siempre, porque donde hay amor no debe existir la desconfianza.
Pero como Psique se aburría durante el día, quiso que vinieran sus hermanas a visitarla, deseo que su esposo le concedió, aún sospechando que no sería una feliz decisión.
Al ver la felicidad y la opulencia en que vivía Psique se apoderó de ellas la envidia y decidieron urdir un plan para arruinarle la vida.
Apelando al hecho que Psique nunca había visto a su marido, sus hermanas le llenaron la cabeza de dudas y recelos, forzándola a descubrir su rostro mientras dormía y a llevar un cuchillo por las dudas.
Fue así como una noche Psique se atrevió a iluminar su semblante con una lámpara, quedando maravillada por la gracia y belleza de Cupido, que al ver la luz se despertó, decidiendo marcharse, por no haberse respetado su condición.
En su desesperación, Psique pidió ayuda a los dioses, quienes le dijeron que tendría que pedirle perdón a Venus, la madre de Cupido, a quien sin saberlo había ofendido.
Venus la despreció, sin embargo le dio una oportunidad; tendría que pasar tres duras pruebas, que eran más que imposibles de realizar, pero que Psique logró cumplir con la ayuda de la naturaleza, que la quiso ayudar.
Venus la acusó de hechicera; y deseando vencerla, la sometió a una última prueba aún más difícil. Debería bajar al Averno y llenar un cofre con una parte de la belleza de Proserpina, deidad de vida, muerte y resurrección y base de un mito de la primavera.
Sabiendo que eso era más que imposible, Psique decidió suicidarse arrojándose desde lo alto de una torre. Pero antes de caer al vacío escuchó una voz que le prometió guiarla durante su travesía; pero con la condición que una vez que se llenara el cofre con la belleza de Proserpina no debería abrirlo jamás.
Psique hizo todo lo que le aconsejó la extraña voz, pero un deseo vehemente de curiosidad la obligó a abrir el cofre.
Cuando la caja se abrió, un sueño mortal la invadió y se desplomó sobre el camino como fulminada por un rayo.
Cupido, que la había estado buscando, la encontró, pudo volver a encerrar el sueño en el cofre y después la despertó con un beso.
La alzó con suavidad y levantó vuelo llevándola con él hasta el monte del Olimpo, donde Júpiter, dios del firmamento los unió oficialmente en matrimonio para siempre.
jueves, 13 de mayo de 2010
El tiempo y el amor
Un día avisaron a los moradores de esta isla, que ésta iba a ser inundada. Muy asustado el Amor, se preocupó para que todos los sentimientos se salvasen. El avisaba a todos: “Huyan…la isla va a ser inundada…huyan”.Todos corrieron y se embarcaron en lanchas para ir, hasta una montaña muy alta. Sólo el Amor no lo hizo, él quería estar un poco más en la isla.Cuando el agua se acercaba cada vez más, él corrió a pedir ayuda.Vio pasar a la Riqueza y le dijo: “Riqueza ¡me llevas contigo?: y la riqueza le dijo: “No puedo, mi lancha está llena de oro y plata y tú no vas a caber”.Pasó entonces la Vanidad y el Amor le pidió:“Vanidad ¡me llevas contigo?” ; y la vanidad le dijo. “No puedo, porque vas a ensuciar mi lancha nueva”.Pasó entonces la Tristeza, y le dijo: “Tristeza ¡puedo ir contigo?”; y la tristeza le dijo:”Oh amor, estoy tan triste que prefiero ir solita”.Luego pasó la Alegría, mas la alegría estaba tan alegre que no vio al Amor.Ya desesperado al saber que moriría ahogado; el Amor comenzó a llorar. Pasó entonces un barquito y le dijeron: “¡Sube Amor, yo te llevo!”. Y el Amor subió.Estando ya en la parte alta de la montaña, el Amor le preguntó a la Sabiduría: “Sabiduría, ¡Quién era el del barquito que me trajo hasta aquí?Y la Sabiduría le dijo: El Tiempo.El Amor le replicó: ¿El tiempo?; pero ¡por qué sólo el Tiempo me quiso traer?.Y la Sabiduría le contestó: “Porque sólo el tiempo es capaz de ayudar a entender a un gran amor”